LÍNEA EDITORIAL

¿Es hora de los 'hombres fuertes'?

"En tiempos de miedo y confusión puede brillar la estrella de los llamados “hombres fuertes”, pero hace falta algo más que eso para marcar un rumbo que permita asegurar la libertad, la justicia y la paz"

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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De China a Egipto, pasando por Rusia, se han registrado en las últimas semanas los triunfos abrumadores de los “hombres fuertes” de sus respectivos regímenes. Este domingo, el controvertido Primer ministro húngaro, Víctor Orban, ha ganado las elecciones por tercera vez y de manera también arrolladora, con la gran diferencia de que Hungría es un país plenamente democrático, miembro de la Unión Europea. Queda para los sociólogos la tarea de explicar el rasgo común a esas victorias, a las que se puede unir también la de Donald Trump en Estados Unidos: la defensa a ultranza del carácter propio de cada país, por encima de las políticas de globalización.

Orban mantiene como obsesión política la idea de “Hungría primero”. El líder húngaro abandera la defensa de los valores nacionales identificados con la tradición cristiana, y rechaza tenazmente la inmigración, especialmente la que procede de países musulmanes. Por un lado, Orban conecta con la crítica creciente en muchos sectores sociales a las imposiciones de algunos sectores ideológicos europeos, que desprecian la herencia cristiana. Al mismo tiempo entra en una flagrante contradicción con esa misma tradición al cerrar sus puertas a la acogida de quienes son víctimas de la violencia y de la miseria.

En tiempos de miedo y confusión puede brillar la estrella de los llamados “hombres fuertes”, pero hace falta algo más que eso para marcar un rumbo que permita asegurar la libertad, la justicia y la paz.