J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

La Iglesia denuncia el despotismo de Kabila

El 31 de diciembre se cumplía el primer aniversario de los Acuerdos de San Silvestre, alcanzados entre Gobierno de la República Democrática del Congo y la oposición con la mediación de la Conferencia Episcopal

José Luis Restán

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El 31 de diciembre se cumplía el primer aniversario de los Acuerdos de San Silvestre, alcanzados entre Gobierno de la República Democrática del Congo y la oposición con la mediación de la Conferencia Episcopal. Estos Acuerdos trazaban el camino para la salida del poder del Presidente Kabila y la convocatoria de elecciones, pero el Gobierno los ha convertido en papel mojado.

Varias asociaciones católicas convocaron el pasado domingo marchas pacíficas para reclamar su cumplimiento a la salida de la misa en diversos templos de Kinshasa. Para impedir la convocatoria el Gobierno interrumpió durante varias horas el servicio de telefonía móvil y el acceso a Internet. Además el ejército reprimió con inusitada violencia a los congregados, utilizando gases lacrimógenos y haciendo uso de armas de fuego. Se habla de al menos ocho muertos.

En un durísimo comunicado los obispos congoleños denuncian la violación del derecho a la libertad religiosa y el uso de la violencia contra ciudadanos que expresaban pacíficamente su protesta. El cardenal Laurent Monsengwo ha hablado de “salvajismo y barbarie” y se ha preguntado cómo es posible confiar en unos líderes incapaces de proteger a la población y garantizar la justicia. Lo cierto es que la Iglesia Católica, por su prestigio e implantación en este inmenso país, se ha convertido en la única fuerza social capaz de dar voz y cohesión a las expectativas del pueblo, y eso la coloca en el punto de mira de la violencia despótica de Kabila.