Los argentinos confirman el giro político

Tras dos años en la Presidencia de la República, la fórmula política que llevó a Mauricio Macri a la victoria ha obtenido una confianza ciudadana sin parangón, tras la victoria aplastante de Cambiemos en las legislativas del pasado domingo. Macri es hoy uno de los Presidentes de América Latina con mayor poder y, por lo tanto, con mayor responsabilidad.

Argentina está embarcada en un proceso de cambios que exigen al Gobierno y a los legisladores de Cambiemos grandes dosis de equilibrio. Desmontar las inercias kichneristas, sustituir los subsidios por empleo, dinamizar la economía nacional y abrir el país a inversiones extranjeras, reformar las relaciones laborales y luchar contra la corrupción es una tarea tan compleja como apasionante.

El kichnerismo ha perdido, pero no está desaparecido. Cristina Fernández de Kichner estará en el Senado durante seis años y luchará por esquivar todos los procesos judiciales que pesan sobre ella. Habrá que ver si el peronismo acaba por apartarla definitivamente. Cambiar Argentina, que es el proyecto de Macri para los próximos veinte años, exige un trabajo de filigrana, porque si bien ha sido refrendado, nadie le ha firmado un cheque en blanco.