J.L. RESTÁN | 'LÍNEA EDITORIAL'

Maduro se quiere perpetuar en Venezuela

Los obispos venezolanos han denunciado la dramática situación que vive el país, donde faltan los alimentos, las medicinas, el trabajo, y por supuesto, la seguridad.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La decisión de anticipar las elecciones presidenciales en Venezuela, antes de finales de abril, supone un golpe de efecto de Nicolás Maduro que deja fuera de juego las negociaciones con los partidos de la oposición en la República Dominicana. Inmersa en una dramática crisis política y económica, con una inflación que el pasado año terminó en más de un dos 2.500 por cien, la Venezuela de Maduro acaba de recibir un duro golpe con las sanciones impuestas por la Unión Europea a siete de sus máximos dirigentes, acusados de represión y corrupción.

Los obispos venezolanos han denunciado la dramática situación que vive el país, donde faltan los alimentos, las medicinas, el trabajo, y por supuesto, la seguridad. La Iglesia no tiene como tarea propia el cambio directo de las estructuras sociales y políticas, pero sí está obligada al anuncio del Evangelio con una opción explícita por la justicia y la libertad. Maduro ya ha pedido a la Fiscalía General que investigue por delitos de odio a dos obispos por la cruda denuncia de sus desmanes.

La convocatoria anticipada de las Presidenciales pretende aprovecharse de la fragilidad y desunión de los partidos de la oposición democrática, que ahora afrontan un desafío histórico. Sin unidad, y sin un programa fiable, será imposible batir a Maduro en las urnas, y el riesgo es que la dictadura eche raíces en Venezuela.