LÍNEA EDITORIAL

El 1º de Mayo y la dignidad del trabajo

"El trabajo sigue y seguirá siendo un elemento central de la actividad económica, de la justicia social y de la dignidad humana"

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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Se celebra hoy el Día Internacional del Trabajo, que coincide con la Fiesta de San José Obrero desde que la instituyó el Papa Pio XII en 1955, al proponer al patriarca como patrono de los trabajadores. Aunque los orígenes de estas celebraciones sean diferentes, tienen el objetivo común de reivindicar la dignidad profunda del trabajo. Esta reivindicación es parte esencial de la Doctrina Social de la Iglesia, y ya fue formulada por León XIII en su histórica encíclica “Rerum Novarum”, poco tiempo después de las movilizaciones obreras de Chicago, en plena revolución industrial. Desde entonces han sido numerosos los documentos eclesiales dedicados a esta materia fundamental para el progreso social y el desarrollo de los pueblos.

San Juan Pablo II afirmaba que mediante el trabajo, el hombre no solo transforma la naturaleza, para responder a sus necesidades, sino que se realiza a sí mismo como persona. El Papa Francisco ha dedicado al trabajo una particular atención en su encíclica “Laudato Sii”, y ha recordado que “donde hay un trabajador, ahí está el interés y la mirada de amor del Señor y de su Iglesia”.

La forma del trabajo cambia vertiginosamente, debido a las nuevas tecnologías, a la globalización y a las nuevas formas de gestión empresarial, pero el trabajo sigue y seguirá siendo un elemento central de la actividad económica, de la justicia social y de la dignidad humana.