J.L. Restán | Línea Editorial
Nadie sobra en este mundo
Organizado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, se está celebrando en El Escorial el I Congreso Mundial de Bioética, que tiene por lema “Hospitalidad, Bioética y Persona”. El Congreso está dividido en cuatro bloques, que abordan cuestiones tan decisivas como la dignidad de la persona, la llamada “ética de la vulnerabilidad”, la pobreza y la ética social. En la ponencia inaugural, el Cardenal Carlos Osoro ha recordado, parafraseando al Papa Francisco, “que ningún ser humano sobra, que todos somos necesarios, con capacidades diferentes, pero todas necesarias para construir nuestra vida y nuestro mundo”.Como ha expresado el arzobispo de Madrid, la fe arroja una luz potente sobre toda la realidad humana; la fe y la razón han de ser, en este caso, las dos alas de la reflexión bioética. En una coyuntura histórica particularmente delicada, en la que a menudo se niega siquiera la formulación de las preguntas fundamentales sobre el ser humano, reflexionar con altura científica sobre la Bioética, colocando a la persona en el centro, resulta esencial.La dimensión ética es imprescindible en ámbitos tan diferentes como la economía, la política, la ecología y la asistencia sanitaria. Así va a seguir siendo en los próximos años, sobre todo en lo que tiene que ver con el cuidado de las personas y de la casa común, como saben muy bien los Hermanos de San Juan de Dios, pioneros en la actividad asistencial a necesitados y enfermos, mucho antes incluso de que se acuñara el propio término de Bioética.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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