J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Peligroso juego de Podemos con el independentismo
La decisión de Pablo Iglesias de recurrir ante el Tribunal Constitucional la aplicación del artículo 155 responde a la necesidad que tiene el líder de Podemos de convertirse en una fuerza impresicindible en un futuro gobierno catalán regido por el independentismo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La decisión de Pablo Iglesias de recurrir ante el Tribunal Constitucional la aplicación del artículo 155 responde a la necesidad que tiene el líder de Podemos de convertirse en una fuerza impresicindible en un futuro gobierno catalán regido por el independentismo. Aun así causa sorpresa la facilidad con la que Iglesias se ha prestado a la estrategia de Esquerra Republicana, aun sabiendo el desgaste que ello supondrá para la formación morada en el resto de España.
Podemos quiere tocar poder a toda costa en Cataluña, quizás porque esa sería una buena plataforma para su estrategia de alentar el conflicto permanente y erosionar lo que ellos denominan “el Régimen del 78”. El discurso regenerador de Pablo Iglesias es una farfolla destinada a envolver sus intenciones reales de dinamitar el sistema político amparado por la Constitución, por mucho que manifieste su intención de contribuir a la reforma de la Carta magna. La ausencia clamorosa en Podemos de una política coherente sobre la unidad de España, de una teoría de España, como dice Carolina Bescansa, es la medida real de la capacidad de esta formación política. Es lógico que su errático discurso, pendiente siempre de los cambios de criterio y de estrategia de Pablo Iglesias, esté provocando una ruptura interna y una no menor desafección y alejamiento de sus votantes.