Primer escollo en el Pacto de Estado para la enseñanza

Es motivo de preocupación la falta de acuerdo entre los partidos que se propusieron, al inicio de la legislatura, alcanzar un Pacto educativo que sería clave para el futuro. Un escollo inesperado ha surgido en lo que se refiere a la propuesta del Gobierno de reforzar las funciones de la Alta Inspección Educativa, que depende del Estado. Naturalmente, las reticencias están relacionadas con el problema del adoctrinamiento denunciado en comunidades como la catalana.

Algunas comunidades autónomas gobernadas por la izquierda o los nacionalistas, temen que el Gobierno quiera recortar la competencia que tienen en el campo educativo, que ha servido, entre otras cosas, para imponer la inmersión lingüística en Cataluña y Baleares como, así como la desfiguración de la historia de España.

En las negociaciones del Pacto se ha planteado corregir la escasa atención que la Alta Inspección ha prestado a los desafueros docentes, especialmente en Cataluña, que han permitido a la Generalitat la imposición del proceso separatista desde hace años. Aunque el Partido Popular tiene mayoría en el Senado, donde se debate la reforma, la oposición frontal de todos los demás partidos hace peligrar el acuerdo. Claro que hay otras grandes cuestiones, tan sensibles como la libertad de educación y la presencia de la religión en la escuela, en las que la rigidez ideológica de algunos hará difícil alcanzar un acuerdo.