Que el ejército defienda al pueblo

"La llamada apela a las conciencias de quienes pueden dar órdenes, convencer al Gobierno de Maduro y facilitar la entrada de los convoyes de ayuda"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los obispos de Venezuela han pedido al Ejército nacional que permita la entrada de la ayuda humanitaria que los ciudadanos requieren. Esta acción, recuerdan los obispos, solo exige un paso al frente que demuestre, inequívocamente, que las Fuerzas Armadas se ponen al servicio de las necesidades del pueblo.

Más allá de las luchas ideológicas, hay urgencias humanitarias que exigen, especialmente en el caso venezolano, que los poderes del Estado se comporten como garantes y protectores de los derechos ciudadanos. "Pedir y recibir ayuda, han dicho los Obispos, no es ninguna traición a la patria sino un deber moral que nos incumbe a todos, ante las carencias y urgencias dramáticas que padece el pueblo venezolano".

Permitir la entrada de alimentos y medicinas no es un acto subversivo, ni revolucionario. Se trata de cumplir con los deberes de justicia y cumplir con las normas mínimas del derecho internacional y humanitario. La Iglesia, a través de Caritas, junto a otras organizaciones de ayuda y cooperación, se compromete a facilitar que esta ayuda de emergencia llegue a quienes la necesitan urgentemente.

La llamada apela a las conciencias de quienes pueden dar órdenes, convencer al Gobierno de Maduro y facilitar la entrada de los convoyes de ayuda. Ahora solo queda esperar y comprobar si el Ejército facilita o se limita a resistir a costa de la población.