¿Qué le espera a Venezuela?

Alguien dentro del chavismo deberá mover ficha y evitar la cubanización de Venezuela

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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El 20 de mayo de 2018 los venezolanos fueron convocados a las urnas. La abstención alcanzó el 52% y fueron tantas las irregularidades cometidas, que al día siguiente la oposición venezolana, la Organización de Estados Americanos, el Grupo de Lima, la Unión Europea y los países del G-7 declararon no reconocer el resultado electoral. Nada ha cambiado desde entonces. De hecho, cuando Maduro jure hoy su segundo mandato lo hará prácticamente solo.

Evo Morales, Díaz-Canel y Daniel Ortega estarán en Caracas. China, Rusia y Turquía mandarán algún representante. El resto o no asistirán, o mandarán a algún funcionario. El aislamiento internacional es incuestionable, como lo es la unidad de la oposición venezolana. Pero eso, lejos de arrugar a Maduro, le ha hecho anunciar la adopción de medidas diplomáticas radicales contra el grupo de Lima y la oposición. Con toda seguridad, Maduro amenazará también a la Iglesia católica.

Ayer los obispos hicieron pública una Exhortación en la que no solo piden la restauración del Estado de Derecho, denuncian el abuso de poder y el empobrecimiento forzado de la población, sino que afirman que el único órgano de poder legítimo es la Asamblea Nacional elegida con el voto libre de los ciudadanos. La situación que vive Venezuela es moralmente inaceptable, exclaman los obispos. Está claro que Maduro no va a desaparecer de la escena política. Alguien dentro del chavismo deberá mover ficha y evitar que la cubanización de Venezuela sea definitiva.