LÍNEA EDITORIAL

¿Qué pasará en Suecia?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Suecia celebra elecciones este domingo, y como ha sucedido en otros países europeos, domina la incertidumbre. Los socialdemócratas podrían revalidar su apoyo electoral, pero si no lo consiguen, la extrema derecha en auge podría condicionar la formación de gobierno, incluso colarse en una hipotética coalición, algo similar a lo que sucede en Austria.

La derecha nacionalista y antieuropea de Suecia tiene réplicas en Dinamarca, Gran Bretaña, Austria, Italia y Francia. Quizás sería más oportuno decir que el Frente Nacional de Marine Lepen es su modelo y el de todas las fuerzas que desprecian la democracia liberal y la Unión Europea, y hacen bandera de su rechazo a los extranjeros.

El líder de los Demócratas Suecos es un experto en redes sociales que ha sabido convencer a un buen número de suecos de que el fin del Estado del Bienestar está cerca y que los culpables son los extranjeros. Los cordones sanitarios para frenar a los partidos de extrema derecha solo funcionan por un tiempo. La cuestión no es impedir su representación, sino responder eficazmente a la incertidumbre de los votantes que no encuentran respuestas a una crisis del sistema frente a la que los partidos clásicos no parecen tener nada nuevo que decir.

El ascenso del populismo nacionalista es una cuestión europea a la que las instituciones políticas, culturales y religiosas de toda Europa deben hacer frente. Los llamados partidos tradicionales necesitan ser movilizados y la ciudadanía debe percibir con claridad los peligros reales del ascenso del racismo, la exclusión y la violencia, aunque por el momento solo sea verbal.