LÍNEA EDITORIAL

Sábado de apariencia

"Frente al silencio que los poderosos quieren imponer, la vida de los que no tienen poder resuena como una palabra, como un hecho rotundo y lleno de claridad"

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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Hoy es Sábado Santo. En la liturgia de la Iglesia católica este es un día de silencio. Después de haber recordado la muerte de Jesús en la cruz, no hay celebraciones. Todo parece haber acabado, el poder religioso y el poder político parecen haber acabado con la esperanza que había suscitado el Nazareno. A menudo nos parece que esa es la dinámica de la vida. Los comienzos siempre son momentos de ilusión, en los que parece que el bien y la verdad se van a abrir camino. Después parece que los poderes de este mundo acaban sofocando cualquier cambio.

El mundo del siglo XXI es un mundo en el que el yihadismo, ciertas formas de hinduismo violento y ciertas formas de nacionalismo que utilizan la religión siguen crucificando a muchos. El cristianismo, de hecho, ha vuelto a ser lo que fue en sus orígenes en muchas partes del planeta: una religión de perseguidos.

Podría parecer que la historia de estos perseguidos es la del Sábado Santo. Pero es solo una apariencia. El testimonio de la verdad que dan aquellos que son perseguidos por razones religiosas y de conciencia es, de hecho, una gran victoria. Frente al silencio que los poderosos quieren imponer, la vida de los que no tienen poder resuena como una palabra, como un hecho rotundo y lleno de claridad. La victoria de la muerte es solo una apariencia.