Sánchez llega tarde

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Aunque desde hace años se viene denunciado la crisis humanitaria, política y social que vive Venezuela, hasta estos días la comunidad internacional no ha llegado a percibir la profundidad del drama. Ha sido la inesperada decisión del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de asumir interinamente la presidencia de la República, la que ha despertado de su somnolencia a las grandes democracias occidentales. Todavía la Unión Europea, y en especial España, están a la espera de que se cumpla el próximo domingo el ultimátum concedido a Maduro para que convoque elecciones libres como única salida posible a la crisis.

Esta estrategia concede a Maduro una legitimidad que no merece y olvida que él ya convocó el pasado mes de mayo unas elecciones que ganó con todas las trampas posibles. De lo que se trata ahora es, precisamente, de denunciar los fraudes cometidos en esas elecciones. Ahí es donde zozobra la estrategia de Sánchez, que ahora ha tildado a Maduro de tirano. Para que la situación cambie de verdad en Venezuela, las elecciones ya no pueden organizarse bajo el control de toda la trama de intereses creados por un Estado corrupto que ha llevado al país a su ruina moral, política y económica. Aunque Sánchez llegue tarde, bueno es que empiece a entender lo qué está pasando en Venezuela, consciente de que el objetivo de todo dictador es aferrarse al poder por todos los medios a su alcance, incluida la fuerza.