'LÍNEA EDITORIAL'

Todos somos Gerona

La plataforma cívica “Todos somos Gerona” se han concentrado este fin de semana frente al Ayuntamiento de la capital catalana para mostrar su rechazo a la iniciativa del Ayuntamiento de cambiar el nombre de la “Plaza de la Constitución” por el de Plaza del 1 de octubre de 2017”

José Luis Restán

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La plataforma cívica “Todos somos Gerona” se han concentrado este fin de semana frente al Ayuntamiento de la capital catalana para mostrar su rechazo a la iniciativa del Ayuntamiento de cambiar el nombre de la “Plaza de la Constitución” por el de Plaza del 1 de octubre de 2017”. La iniciativa del consistorio pretende sustituir un símbolo que es de todos, por el de una parte. Basta revisar cuáles son los procedimientos de los ayuntamientos populistas en casos similares para desvelar la burda estrategia. Se entiende el poder como plataforma sectaria para imponer una visión ideologizada de la realidad en lugar de entenderlo como servicio al bien común de los ciudadanos. Quienes actúan como si la casa común de todos fuera su cortijo particular lo hacen también como maniobra de distracción ante su incapacidad para ocuparse de la gestión de las cuestiones que les han sido encomendadas y que son las que verdaderamente interesan a los gerundenses. Y por otra, no dan puntada sin hilo en una grotesca pretensión de revisionismo histórico, derribando simbólicamente la legalidad del 78, aprobada con enorme mayoría en Cataluña, por una legitimidad inventada, derivada del surrealista Procés. Desde la Plataforma “Todos somos Gerona”, se ha hecho notar que sólo los dictadores eliminaban las Plazas de la Constitución. Los demócratas, nunca. El Ayuntamiento debería servir para que la vida funcionara con tranquilidad y concordia, y no para provocar más fracturas sociales con esperpentos como éste.