Una alianza por las personas en la Cañada Real

El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid han iniciado el realojo de 150 familias de la zona más degradada de la Cañada Real, tristemente famosa por ser el asentamiento de viviendas ilegales mayor de Europa, con alrededor de 8.000 vecinos. Se trata de un ambicioso proyecto que, a largo plazo, busca erradicar el chabolismo de este lugar a unos pocos kilómetros de la capital y recuperar la zona como Parque Regional y zona verde. La instantánea muestra un acuerdo encomiable entre administraciones de muy distinto signo político que pone el servicio a las personas por encima de la ideología. Una mirada más detallada muestra, sin embargo, una realidad mucho más rica. El protagonismo es de la sociedad civil. Resalta en particular el trabajo de Cáritas y de otras instituciones de Iglesia presentes en la Cañada Real, sin cuya colaboración el mejor de los proyectos sobre el papel se quedaría en una bonita declaración de intenciones. Donde otros ven el mayor supermercado de droga de Europa, Caritas sabe que existen muchas familias con niños viviendo y conoce las necesidades concretas de cada una. Esa presencia sobre el terreno, mantenida a lo largo de muchos años, es un activo que la Iglesia pone a disposición de las administraciones y ONGs dispuestas a trabajar por el bien de las personas, desde la convicción de que todos suman y nadie sobra cuando se trata de defender la dignidad de las persona.