J.L. Restán | Línea Editorial
Una llamada de atención sobre Honduras
Los casos venezolano y ecuatoriano, la profunda crisis brasileña o los cambios en Argentina han desplazado la atención internacional hasta esconder el drama de un país como Honduras
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La tensión política y social que se vive en Honduras tiene como fondo la controversia electoral entre los dos candidatos presidenciales, Juan Orlando Hernández y Salvador Nasralla. Tras una semana de demandas y recuentos, el candidato de la oposición, Nasralla, sigue sin reconocer los últimos resultados. Razón por la que la OEA ha instado a las fuerzas que se disputan la Presidencia a llegar a un acuerdo.
El problema viene de lejos. Honduras ha celebrado unas elecciones atípicas después de que en 2015, y sin consulta popular, el entonces presidente Juan Orlando Hernández consiguiera una revisión constitucional que le permitía presentarse a la reelección. Sumemos a eso que el candidato de la oposición ha acudido a las elecciones como sucesor de Zelaya, el Presidente destituido al que en 2009 se acusó de buscar, indebidamente, la reelección presidencial. La corrupción que campa a sus anchas, las acusaciones de narcotráfico que pesan sobre algunos de los últimos mandatarios del país, la violencia, la grave crisis económica y las elevadísimas tasas de emigración hacia Estados Unidos pintan un panorama desolador.
Los casos venezolano y ecuatoriano, la profunda crisis brasileña o los cambios en Argentina han desplazado la atención internacional hasta esconder el drama de un país como Honduras. Pero los hondureños viven un drama permanente que merece también la atención de organismos internacionales como la OEA, de las ONG’s y de sus vecinos latinoamericanos.