Línea editorial
Unidad y claridad de ideas
Las reiteradas condenas del atentado terrorista en las Ramblas de Barcelona, y la subsiguiente llamada a la unidad de todos frente al terrorismo, exige un ejercicio de reflexión y de distinción, sobre todo ante el fenómeno de las redes sociales, para no confundir los planos, caer en tópicos, ni favorecer reacciones fuera de lugar. La acción terrorista es obra de unos criminales que realizan un acto intrínsecamente perverso, que no tiene justificación alguna. Un crimen contra la humanidad alejado de toda práctica adecuada del Islam, una religión de paz a la que determinadas concepciones ideológicas han arrastrado hacia imágenes deformadas. Ninguna causa justifica la violencia ni la muerte de nadie. La religión es la antítesis del terrorismo y de la violencia. Ningún pueblo es violento por naturaleza aunque haya personas que hayan convertido su religión en una ideología que se ha vuelto contra la creencia auténtica. En este sentido, la condena del atentado de Barcelona por parte de la Comisión Islámica española debe ser tenida en cuenta como muestra de la colaboración de la comunidad islámica española con el Estado de derecho y la democracia. En el texto, una vez expresada la más enérgica condena y repulsa por el atentado, la Comisión Islámica española reitera su “pleno compromiso en la lucha contra cualquier tipo de terrorismo”, al tiempo que “espera que los responsables de estos atentados puedan ser detenidos y llevados ante la justicia cuanto antes”.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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