J.L RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Venezuela rumbo a 2018

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El fin de año arroja un saldo dramático para Venezuela. En el país ha pasado de todo: movilizaciones opositoras durante cuatro meses, elecciones fraudulentas, intervención de la Asamblea Nacional, mesas de negociación frustradas, convocatoria de una Constituyente a mayor gloria del chavismo, hiperinflación, muertos a causa de la represión y un largo etcétera que sume a los venezolanos en una situación verdaderamente dramática. 2017 se cierra con graves anuncios de racionamiento energético, cortes de electricidad, amenazas de nacionalización del grupo bancario Banesco, y para colmo de males, conflictos diplomáticos de última hora con Canadá, Brasil y Portugal.

Venezuela es un país aislado al que solo apoyan Cuba, Rusia y uno de sus máximos acreedores, China. Las sanciones internacionales no han podido con Maduro y la oposición interna va de ruptura en ruptura. No está claro qué les espera a los venezolanos en los próximos meses, pero los pronósticos no son buenos. Hambre, violencia y represión marcan el día a día de un país en el que la deuda impide hacer frente a las necesidades de importación de alimentos y medicinas. Solo la quiebra del círculo que rodea a Maduro podría permitir la entrada de aires renovadores. Eso y que la oposición se esforzara, de verdad, por reconstruir su unidad, buscar un líder y lanzarse de nuevo a la lucha política. Venezuela merece salir de este atolladero y 2018 podría ser su año.