Línea Editorial COPE: Adiós a Podemos
El tiempo ha demostrado que la nueva política que decían representar no era más que una franquicia de la vieja política
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La salida de las ministras Irene Montero e Ione Belarra del Gobierno cierra un ciclo en la política española. Podemos llegó a la mesa del Consejo de ministros de la mano de su entonces líder, Pablo Iglesias, para inaugurar el tiempo de una nueva forma de hacer política después de la indignación del 15M. Representaban a una nueva generación de jóvenes con una importante carga ideológica de extrema izquierda que habían mutado desde los principios clásicos del comunismo a las nuevas políticas de identidad de las minorías y una notable capacidad de persuasión. Capacidad que utilizaron para avivar el frentismo en la política, para señalar al otro como enemigo y para recuperar determinados temas que habían desaparecido en la política española, como los referidos a la historia de la guerra civil.
El tiempo ha demostrado que la nueva política que decían representar no era más que una franquicia de la vieja política, más preocupada por las luchas internas para mantenerse en el poder que por servir a los ciudadanos, y fruto de esa lucha, Yolanda Díaz ha conseguido arrinconarles con la creación de Sumar. Podemos, sin embargo, ha contagiado a buena parte del socialismo español, en su estilo y en su propuesta política.
Su paso por las administraciones deja también un rastro de incompetencia técnica para la gestión de los asuntos públicos, además de una serie de leyes con profunda carga ideológica, entre las que destacan la del “Sí es sí” y la Ley “Trans”, que responden a un proyecto de ingeniería social con efectos muy negativos para el conjunto de la sociedad.