Línea editorial: "La posibilidad de un acuerdo de paz parece encerrada en un laberinto"

Muchas voces piden a la OTAN y a Biden que le hagan ver a Zelenski que una victoria completa de Ucrania, incluida la recuperación de Crimea, no es realista

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Algo se está moviendo en el mundo diplomático después de meses sin contactos para intentar llegar a algún tipo de acuerdo en la guerra de Ucrania. Mark Milley, presidente del estado mayor conjunto de Estados Unidos ha asegurado que el invierno podría ser un buen momento para empezar a hablar. El Pentágono ha reconocido que el director de la CIA y su homólogo turco han mantenido contactos. Erdogan ha sido un buen mediador para que Putin reconsiderase su decisión de no dejar salir el cereal ucraniano a través del mar Negro.

Muchas voces piden a la OTAN y a Biden que le hagan ver a Zelenski que una victoria completa de Ucrania, incluida la recuperación de Crimea, no es realista. La posibilidad de un acuerdo de paz parece encerrada en un laberinto. La fórmula de paz por territorios es rechazada por ambas partes. Moscú no la acepta, entre otras cosas, porque supondría admitir que ha sido el agresor. La caída de Jerson, hasta hace nada impensable, supone un duro golpe para los rusos. Zelenski ya no exige que Putin abandone el poder, le basta con un cese de hostilidades.

Pero Putin necesita la guerra para seguir en el Kremlin. Paradójicamente, una solución provisional, un simple alto el fuego sin definiciones, un armisticio como el que desde 1953 mantienen Corea del Norte y Corea del Sur podría ser más fácil. En cualquier caso, no habrá paz sin un proceso que haga posible una reparación. Quizás la reparación no consista en recuperar todo lo perdido, algo que puede ser imposible, sino en recibir un bien que permita recomenzar.

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