Ninguna víctima sin reparación, aunque le moleste a Bolaños

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Ninguna víctima de abusos en ámbitos eclesiales quedará fuera del plan de reparación integral aprobado por la Conferencia Episcopal y representantes de las 400 congregaciones en España. Las medidas recién aprobadas en asamblea extraordinaria garantizan este resultado sin invadir competencias como las que corresponden a cada diócesis. Se trata de decisiones que la Iglesia adopta libremente para los casos en los que la prescripción penal o canónica del caso impida a las víctimas acceder a indemnizaciones o ayudas. Todo ello se hace con las máximas garantías, con el aval de una comisión de expertos en derecho y salud mental que evaluarán caso a caso, evitando cualquier riesgo de revictimización. Sin perder ese foco, la comisión está abierta a la colaboración con las organizaciones de víctimas, mientras la Iglesia reafirma su voluntad de seguir colaborando con la Administración.

Resulta por ello incomprensible la pataleta del ministro Bolaños, acusando a los obispos de no contar con las víctimas, cuando justamente el plan se enmarca en una línea de acción que, desde hace 20 años, viene escuchándolas para buscar la mejor respuesta al daño producido. Más disparatadas son aún las acusaciones de unilateralismo, cuando lo que han aprobado los obispos es un plan de reparación voluntario, al que nadie les obligaba. La repuesta a este sectarismo era sencilla, pero obispos y religiosos han optado por morderse la lengua. Hay en juego algo mucho más importante que la respuesta a un Gobierno desesperado por sacar rédito político de lo que sea.