Línea Editorial 6/05/2024

Polémica fabricada con Milei

Los comentarios de Puente no son fruto del exceso de un momento

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En un momento en el que el presidente del Gobierno dice querer luchar contra lo que llama el fango en la vida política, el ministro de Transporte, Óscar Puente, ha sugerido que el actual presidente argentino Milei consume drogas. La afirmación ha abierto un conflicto con Argentina y el Gobierno de Milei ha exigido el cese de Oscar Puente.

Los comentarios de Puente no son fruto del exceso de un momento. Puente tiene teorizado y explicado que en redes sociales hay que ser transgresor. Horas antes, también en redes sociales había llamado a un periodista con una larga carrera fascista y matón de la derecha. Sánchez no va a destituir a Puente, más bien parece estar cómodo con el conflicto generado por el ministro con Milei, al que considera un exponente de la ultraderecha.

Milei no es precisamente un moderado. Pero el Gobierno de Sánchez ha simplificado el complejo escenario político argentino que, a menudo, no se puede entender con los esquemas al uso. El peronismo no es una fuerza de izquierda y progresista. Es una antigua forma de populismo, de las primeras, que incorpora en su seno corrientes de muy variada orientación política. Perón, exagerando, decía que todos los argentinos eran peronistas. El componente libertario de Milei le hace diferenciarse de la llamada ultraderecha europea, un club en el que hay también integradas posiciones muy diferentes. Una vez más, Sánchez pone en riesgo un valor, como las importantes relaciones de nuestro país con Argentina, para beneficiarse de una polémica impostada.

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