Presión a Maduro

El reconocimiento que ha hecho Pedro Sánchez de Juan Guaidó como presidente encargado de convocar elecciones es muy útil para la causa de la democracia en Venezuela, porque aumenta la presión sobre Maduro y obliga a otros países de la Unión Europea a tomar posición. Sánchez ha anunciado, además, que quiere impulsar un plan de ayuda humanitaria. Ya Naciones Unidas y otros países como Estados Unidos y Suecia han puesto en marcha esta tipo de auxilio que es esencial en una Venezuela donde Maduro ha provocado una carestía feroz. El envío de ayuda humanitaria al país es una forma muy útil de ejercer presión. Si el régimen impidiera su entrada quedaría muy claro que no lo importa nada el bien real del pueblo.

Sánchez ha insistido en poner en marcha un grupo de contacto, una fórmula de diálogo con Maduro en el que puedan participar otros países. Es necesario encontrar algún modo para que el tirano abandone el poder de forma pacífica, pero para ello no conviene oficializar ningún canal que lo legitime.

Salvo sorpresa, la influencia cubana y el apoyo de Rusia y de China, van a impedir que la caída de Maduro sea inmediata. Requiere paciencia y mucho apoyo internacional. La injerencia, sin recurrir a la intervención militar, es legítima y debida. Lo que no se entiende bien es cómo hay todavía en España quien da voz a Maduro y quien sigue apoyándole.