Promover un desarrollo humano integral

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Este domingo se ha entregado el Premio Nobel de la Paz a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares. El reconocimiento ha coincidido con el Día de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Como ha destacado el Papa Francisco, en su habitual alocución tras el Ángelus en la Plaza de San Pedro, esto demuestra el fuerte vínculo que existe entre los derechos humanos y el desarme nuclear. Cuidar a las personas es también cuidar la casa común que habitamos. Dios nos da la capacidad de trabajar juntos para construir nuestro hogar común. Tenemos numerosos ejemplos de los abismos a los que aboca una ciencia sin conciencia. Por eso es tan importante comprometerse en la tutela de la dignidad de todas las personas, lo que significa también trabajar con determinación para construir un mundo sin armas nucleares.

Los Derechos Humanos no pueden ser solo una declaración formal, en la mayoría de los casos tan vacía de contenido que cabe que cada cual pueda interpretarla a su manera. Por eso deben concretarse. Debemos cuidar la casa común, defender los derechos de todos los seres humanos, particularmente los de los más débiles, desde los que van a nacer hasta los ancianos, pasando por los emigrantes y refugiados. El trabajo en favor de los Derechos Humanos no admite compartimentos estancos. Y, en conciencia, eso supone trabajar para erradicar todo tipo de pobrezas y para promover un desarrollo humano integral; un trabajo que requerirá poner en juego nuestra libertad e inteligencia para, al mismo tiempo, que desarrollamos la tecnología, limitar también nuestro poder para  ponerlo al servicio de la paz y del verdadero progreso.

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