LINEA EDITORIAL

Solidaridad con los Países Báltico

No se trata de una película de espionaje, es la realidad que se vive en una zona del mundo en la que el poder ruso no quiere dejar de intervenir

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El presidente Sánchez, de viaje en los Países Bálticos, ha sufrido en primera persona hoy, en Lituania, las maniobras intimidatorias que Rusia lleva a cabo en esta región, también cuando se hacen presentes líderes de países miembros de la OTAN. Rusia no puede entrar en espacio aéreo báltico, pero lo ha hecho, una vez más, mientras Sánchez y el presidente lituano daban una rueda de prensa conjunta. La reacción ha sido inmediata, lo que ha detenido la comparecencia y ha obligado a dos aviones de la OTAN a poner en marcha un código Alfa por alerta real.

No se trata de una película de espionaje, es la realidad que se vive en una zona del mundo en la que el poder ruso no quiere dejar de intervenir. A las repúblicas bálticas les costó mucho sacrificio desvincularse del poder soviético y su soberanía está apoyada por la OTAN. España participa en ese esfuerzo con la presencia de sus aviones en la base de Siauliai. Como ha reconocido Sánchez, este caso real demuestra la importancia de nuestra presencia allí.

La Rusia de Putin tiene un contencioso abierto con la Unión Europea, la OTAN y todo aquel que se atreva a recordarle el principio de la soberanía nacional y el valor inalienable de los derechos humanos. Los 140 militares españoles en Lituania cumplen una función de primer orden: reforzar la estrategia euroatlántica de los tres países bálticos y apoyar su soberanía. Mientras Rusia no acepte las reglas internacionales, las tropas de la OTAN van a quedarse donde están.

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