Madrid - Publicado el
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España se ha coronado como reina futbolística de Europa al vencer a Inglaterra en la final de la Eurocopa disputada en Alemania durante el último mes. A la victoria de la selección de fútbol se ha unido este domingo el triunfo de Carlos Alcaraz en Wimbledon, el cuarto Gran Slam del joven tenista murciano y su segunda victoria ya sobre la mítica hierba londinense.
Las audiencias televisivas y las riadas de gente que ayer y hoy se han echado a las calles para celebrar, especialmente gente joven, lo dicen todo. Alcaraz es ya una realidad y, aunque todo parecía indicar que tardarían más en repetirse, aquellas gestas que protagonizó la selección de fútbol entre 2008 y 2012 ahora parecen de nuevo posibles, con un equipo que ha sabido mezclar a la perfección veteranía y juventud.
Con la batuta maestra de Luis de la Fuente, que ha descolocado a muchos con su saber estar personal y profesional, España ha mostrado, por la vía de la razón y el sentimiento deportivos, que unidos ganamos todos; con diferentes personalidades, orígenes culturales, caracteres y talentos, pero unidos en un propósito común. El deporte se convierte así en una metáfora de la propia vida y puede mostrarnos, como es el caso, el gran ejemplo que supone el esfuerzo compartido en aras del bien común.