22 DE FEBRERO

Venezuela y la Santa Sede

El Papa le ha pedido a Nicolás Maduro tres cosas: apertura de un corredor humanitario, la liberación de los presos políticos y elecciones libres

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La diplomacia vaticana es antigua y tiene una lógica acorde con su naturaleza. Sin embargo, en los últimos tiempos y con relación a Venezuela y a su régimen, las noticias de esas acciones diplomáticas no siempre llegan con la nitidez necesaria.

Es preciso recordar que el Estado de Venezuela y el Vaticano se han relacionado por los cauces oficiales y regulares. Del mismo modo, el Vaticano ha mantenido contactos con la oposición y sus dirigentes. No se trata pues, de un trato de favor, sino de un procedimiento regular que, como el Secretario de Estado ha explicado con transparencia, pasa por intervenir promoviendo el cambio sin olvidar jamás que la Iglesia, en caso necesario, debe poder actuar como mediadora.

Es comprensible que en una situación dramática como la que se vive en Venezuela, haya quienes le pidan al Papa un pronunciamiento explícito. Sin embargo, los hechos son los que hablan a través del propio Papa, de los Obispos de Venezuela y de los católicos venezolanos. Y los hechos dicen que el Papa le ha pedido a Nicolás Maduro tres cosas: apertura de un corredor humanitario, la liberación de los presos políticos y elecciones libres. No hay consentimiento a una de las partes. Acusar a Francisco de blanquear a Maduro es injusto, además de falso. Ofrecer diálogo, como también hizo en su día Juan Pablo II con relación a Chile o Argentina, es facilitar salidas que eviten males mayores.