El ventilador de la fiscalía
Ya puedes escuchar la Línea Editorial de esta tarde del 12 de marzo
Madrid - Publicado el
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Pedro Sánchez se ha dignado comparecer esta tarde en el Senado. No lo hacía desde mayo de 2023, y se ve obligado a hacerlo ahora, apremiado por la trama de corrupción de las mascarillas en pandemia, de la que cada día conocemos una nueva ramificación. En este contexto es difícil no sospechar que haya lanzado a la Fiscalía contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso por dos supuestos delitos de fraude tributario y uno de falsedad en documento mercantil. Son casos que no afectan al desempeño de Ayuso como presidenta ni a su gobierno.
El recorrido judicial del caso será el que consideren los jueces. Habrá que verlo y exigir, como en cualquier otro, máximo rigor e imparcialidad. Lo que en cambio ya se ha visto es hasta qué punto está Sánchez dispuesto a poner en marcha el ventilador para intentar una maniobra de distracción. Estos casos, probados o supuestos, que se refieren a la actividad de empresas privadas, no pueden confundirse con otros como la trama de las mascarillas, que afectan a diferentes administraciones públicas, y de los que se deducen evidentes responsabilidades políticas que Sánchez se niega a asumir.
Aquella pregunta, nada retórica, sobre “de quién si no depende la Fiscalía” explica toda una concepción de las instituciones del Estado y muchas maniobras del actual Gobierno. Como también explica la creciente desafección de buena parte de la sociedad española.