Albania no es una solución

La justicia italiana ha rechazado en las últimas horas la solución del Gobierno italiano, presidido por Giorgia Meloni, para reducir la llegada de migrantes irregulares y solicitantes de asilo. Italia ha llegado a un acuerdo para que los migrantes y solicitantes de asilo sean trasladados a Albania hasta que se tome una decisión sobre su destino final. El Tribunal de Roma ha decidido que los 12 primeros migrantes que han sido internados deben volver a Italia: mandarlos a Albania ha sido contrario al derecho italiano y a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

En el Consejo Europeo de esta semana, algunos países, como Alemania, han manifestado su simpatía por la llamada solución Meloni. Es una fórmula que ya se utiliza en los acuerdos con Turquía, Túnez y Libia. Son acuerdos problemáticos porque los solicitantes de asilo no pueden ser expulsados a países inseguros donde no se respetan los derechos humanos.

Buena parte de la opinión pública europea está sacudida por el “síndrome de la invasión”. Sin tener en cuenta los datos objetivos, ha crecido la sensación de que Europa está asediada y en peligro por la llegada de extranjeros. Es llamativo que partidos de izquierda y de derecha acepten y alimenten este falso estado de excepción. Necesitamos a los migrantes, no les proporcionamos modos seguros de entrar en la Unión y olvidamos los valores fundamentales que han hecho de Europa lo que es. Es lógico que haya quien tenga miedo a la migración. Ese miedo se supera con información y con políticas públicas que favorezcan la migración regular y la integración.