Cinco años de Wuhan
Cinco años después el virus sigue entre nosotros, pero hemos desarrollado una inmunidad que lo ha convertido en una enfermedad parecida a la gripe
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La pandemia causada por el Covid 19 es un asunto del que no nos gusta hablar. Para muchas personas en el mundo supuso un gran trauma.
Su recuerdo está ligado a familiares fallecidos de los que no nos pudimos despedir, a semanas de encierro, a efectos secundarios en la salud y en la economía. Hemos vuelto a hablar de la pandemia porque se han cumplido cinco años del confinamiento de la ciudad de Wuhan, la ciudad china que fue la primera duramente golpeada.
Cinco años después el virus sigue entre nosotros, pero hemos desarrollado una inmunidad que lo ha convertido en una enfermedad parecida a la gripe. Lo más probable es que tuviera su origen en murciélagos, que esos murciélagos infectaran a otra especie, quizá a perros, mapaches o a gatos y que uno de esos animales acabará en el mercado de Wuhan. Pero la cosa no está clara y China no ha respondido a las peticiones de más datos exigidos por la OMS.
La pandemia mató probablemente a más de 20 millones de personas. Durante meses nos sentimos vulnerables y dependientes.
Cinco años después hemos aprendido muchas cosas sobre cómo afrontar desde el punto de vista sanitario, social y económico un desafío tan grande. La pregunta es si aprendimos algo sobre nuestra condición de seres limitados y vulnerables y, a al mismo tiempo, paradójicamente marcados por el deseo de una felicidad sin límite. Hace cinco años fue una pandemia, hace tres meses una Dana. Mañana puede ser un mal diagnóstico o una pérdida irrecuperable. Ocasiones todas ellas que plantean una cuestión dramática: si es posible mantener la esperanza pase lo que pase.