Colaboración y lealtad entre las administraciones públicas

Cuando aún no se ha despejado del todo el horizonte de la amenaza climatológica en el sureste de España, mientras se buscan incansablemente a decenas de desaparecidos y las cifras de muertos siguen siendo provisionales, no es el momento de la refriega política ni de las acusaciones cruzadas sobre una respuesta que siempre es insuficiente. Es el momento de la unidad de las administraciones, del Estado que debe auxiliar los ciudadanos. 

Es el momento que representa la foto del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con el Presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y las declaraciones de este reconociento la “cercanía” de Sanchez. La fragmentación administrativa, la división del Estado en razón de las respectivas competencias, no puede ser una excusa ni para los reproches mutuos, ni para la descoordinación, ni para la inacción.

La campaña de algunos sectores del socialismo valenciano achacando a Carlos Mazón la responsabilidad de no haber emitido antes la señal de alerta no tiene sentido cuando se debe intensificar la colaboración en la búsqueda de los desaparecidos y en la asistencia a quienes han perdido a sus seres queridos. 

Más adelante habrá tiempo para analizar las deficiencias, también técnicas, de los servicios de alerta meteorológica, incluso los errores, y de asumir las consecuencias. 

Un desastre natural de estas magnitudes trasciende con mucho la posibilidad de actuación de una Comunidad Autónoma. Estamos ante una tragedia que interpela al Estado, que tiene la obligación de asumir el mando según la legislación vigente. Lo ocurrido debe convertirse en una lección para el futuro.