Con la cooperación Iglesia-Estado, la sociedad gana

Una de cada diez personas en España fue acompañada y atendida en alguno de los más de 9.000 centros sociales de la Iglesia en España. La cifra da una idea clara de la labor de los cerca de 20.000 sacerdotes, más de 50.000 religiosos, 9.000 monjes y monjas de clausura o 105.000 catequistas. Son datos recogidos en la recién presentada Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España 2016, fruto de un trabajo que, poco a poco, va logrando cuantificar de forma más precisa la labor de una inmensa red de parroquias, cofradías, ONGs y asociaciones católicas, con el objetivo de ofrecer una imagen de la realidad que, pese a todo, nunca podrá ser completa.

El análisis se extiende al campo educativo, al cultural o a la celebración de la Eucaristía, a la que asisten regularmente 8,5 millones de personas. Es parte, también, del compromiso de transparencia adquirido con el Gobierno Zapatero al firmarse el actual sistema de financiación, que permite a los contribuyentes destinar una pequeña parte de sus impuestos al sostenimiento de la Iglesia. Se trata de un ejemplo de cooperación que, sin cuestionar la aconfesionalidad del Estado, responde al mandato constitucional de colaboración con las confesiones religiosas. En este caso, con un saldo muy favorable para la Administración, puesto que cada euro procedente de la X de la Iglesia es devuelto a la sociedad con un beneficio superior a un 40%.