La crisis de un partido por madurar
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El abandono de Toni Roldán y Javier Nart, dos destacados miembros de Ciudadanos, ha dado visibilidad a la crisis que afecta al partido de Albert Rivera desde hace algunos meses. Es una cuestión que tiene que ver con el papel y el posicionamiento de esta formación.
Ciudadanos emergió como partido hace algunos años atrayendo el voto constitucionalista de Cataluña. En 2015 dio el gran salto a la política nacional, en gran medida impulsado por la fuerza carismática de Albert Rivera. Ciudadanos, que reunió en sus orígenes sensibilidades de diverso tipo, algunas de ellas muy cercanas a la socialdemocracia, ha ido cambiado sus referencias. Desde unos comienzos más identificados con el centroizquierda, fue evolucionando hacia posturas más liberales. En muchas ocasiones este cambio de enfoque ha sido más consecuencia de necesidades tácticas que de una reflexión calmada.
El partido quizás esté demasiado vinculado a la persona de Rivera como para permitir un debate interno amplio y franco. Los resultados de las elecciones generales, celebrados como una gran victoria, rebajaron las expectativas iniciales e indicaron que, de momento, Ciudadanos no lidera la oposición ni el centro-derecha. En un escenario multipartidista sería normal que Ciudadanos pudiera facilitar pactos a izquierda y a derecha, como ya sucede en muchos ayuntamientos. Pero es muy difícil pedirle a Rivera que facilite un Gobierno de Sánchez, mientras éste mantenga su alianza con el populismo y su ambigüedad con los independentistas.