La doble cara del crecimiento

La recuperación económica en España es una moneda de dos caras. Por un lado los bancos están saneados, la economía española crece por encima de la media europea, se incrementa la productividad de las empresas y se consigue un descenso significativo en el número de parados. Pero junto a estos datos positivos hay otros indicadores que también deben ser tenidos en cuenta, como son los altos niveles de deuda pública y privada, que se dispararían si aumentan los tipos de interés, o el problema de la desigualdad y el incremento del riesgo de pobreza, en particular entre los jóvenes y los trabajadores de baja cualificación.

Según el Informe social de la Comisión Europea, el crecimiento económico de los últimos tiempos en España no ha servido todavía para superar los daños provocados por la crisis y no ha generado una sociedad más armónica. Es necesario, por tanto, activar políticas que aprovechen el crecimiento y permitan una distribución equitativa de los efectos benéficos de la recuperación, para conseguir una mayor cohesión social. Los expertos europeos proponen una serie de políticas sociales que abarcan desde mayores incentivos a los contratos, modificaciones en el sistema fiscal o un incremento de beneficios sociales. Queda pendiente también una profunda mejora de nuestro sistema educativo, especialmente en lo que se refiere a la Formación Profesional.