LÍNEA EDITORIAL 10/09/24

El fin de la globalización, tal como la hemos conocido

Europa necesita reducir su dependencia en materia energética, y lo mismo exactamente sucede en defensa

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Europa se precipita hacia la irrelevancia. La libertad de sus ciudadanos y su bienestar están mortalmente amenazados. 

Los 27 no pueden perder más tiempo en interminables procesos de toma de decisiones; se necesitan acciones drásticas y urgentes, sostiene el esperado informe elaborado para la Comisión por el expresidente del BCE y ex primer ministro italiano Mario Draghi. La polémica abierta en algunos países con respecto a la controvertida cuestión de la deuda común casi palidece al lado de los grandes problemas abordados. 

Los eurobonos no son más que un mero debate instrumental frente a la premisa de la necesidad de inversión pública que saque a Europa del aletargamiento en innovación tecnológica y transición energética, los sectores de la economía que van a definir, están definiendo ya, la economía mundial. 

Dicho lo cual, aunque Draghi considera necesaria más financiación pública, cree sobre todo en la inversión privada para impulsar la productividad. Pero para eso hace falta una regulación que permita que las ideas que nunca han dejado de bullir en Europa encuentren aquí terreno fértil, en lugar de migrar al mercado norteamericano en busca de mejores condiciones. 

Menos ortodoxa para un liberal como Draghi es la propuesta de actuar desde el sector público con mayor decisión para que los beneficios de la descarbonización lleguen al consumidor, y para no seguir actuando ingenuamente frente a China. Europa necesita reducir su dependencia en materia energética, y lo mismo exactamente sucede en defensa.

Es el fin de la globalización como la hemos conocido. La disyuntiva es adaptarse o morir.