J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
Gracias a la Guardia Civil
La localidad turolense de Albalate del Arzobispo ha sido escenario de un triple asesinato causado por un peligroso delincuente serbio.
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Los asesinados son José Luis Iranzo, un ganadero de la zona que ayudaba a la guardia civil en la captura de este criminal, y dos agentes de la Benemérita, Víctor Romero Pérez y Víctor Jesús Caballero Espinosa.
Cuando se acercaban a registrar una masía, la extrema violencia del conocido como Igor el Ruso, un antiguo miliciano serbio de treinta y seis años, con varios asesinatos a sus espaldas, les ha provocado la muerte sin que tuvieran siquiera oportunidad de defenderse.
El ganadero turolense ha muerto en un acto de civismo, y que su conocimiento del terreno le llevó a colaborar en la detención de este asesino que mantenía atemorizada a toda la comarca. Los dos guardias civiles, por su parte, han fallecido en acto de servicio, un servicio a favor de todos nosotros. La muerte es uno de los horizontes de su profesión, aunque no siempre los ciudadanos lo tengamos claro.
El día a día de la Guardia Civil se desarrolla en zonas preferentemente rurales, afrontando la lucha antiterrorista, el tráfico de drogas, la defensa de la propiedad y la protección del medio ambiente y del patrimonio histórico. Pocas dimensiones de la vida ciudadana no merecen y gozan de la protección y cuidado de la Guardia Civil. Es un momento para avivar la conciencia de esta entrega generosa y de los riesgos que conlleva. Víctor Jesús, Víctor Romero y José Luis han muerto al servicio de todos. Descansen en Paz.