Interrogantes sobre la jornada laboral

Ya puedes escuchar la Línea Editorial de esta tarde del 4 de febrero

Redacción digital

Madrid - Publicado el

1 min lectura

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el anteproyecto para la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media semanales. Ahora queda por delante la tramitación parlamentaria, en la que pueden suceder muchas cosas, dada la debilidad y contradicciones de la mayoría que sostiene al Gobierno. La previsión, e todo caso, es que la norma comience a aplicarse antes de que acabe este año. Aparentemente es una victoria de Yolanda Díaz sobre las tesis del ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Pero este es un asunto de mayor calado que una batalla entre ministros.

Reducir la jornada es, en principio, una conquista social. Pero esa decisión conlleva riesgos importantes al obedecer a esquemas ideológicos y haber sido tomada sin el acuerdo de los empresarios, y sin contemplar ayudas a las empresas para facilitar su adaptación sin que se deteriore la productividad.

La ministra Díaz ha dicho que la medida es hija del diálogo social y tan solo tres horas más tarde ha sido el propio presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, el que ha salido a desmentirla. Yolanda Díaz ha pedido también el voto del Partido Popular para recurrir poco después al insulto a la oposición. A Junts también le ha emplazado a dar su voto favorable, pero ha puesto sordina en su petición y lo ha hecho con formas muy diferentes. Por otro lado, tampoco hay que ser muy avezado para entender el gran problema con la productividad que arrastramos en España. No parece que sea el método adecuado para afrontar un tema tan delicado y que merecía otro contexto político y social para ser abordado eficazmente.