Investidura centrada
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Despejados los acuerdos para las alcaldías, ahora el foco se vuelve a poner sobre la investidura de Sánchez. Las elecciones generales se celebraron a finales de abril y no es lógico que el Gobierno siga en funciones más allá de la mitad de julio. Sería negativo que la investidura de Sánchez dependa de la decisión de Esquerra Republicana. El final del juicio, las reacciones a la elección de Colau como alcaldesa y la pretensión de Junqueras de boicotear las instituciones democráticas, muestran hasta qué punto este partido no ha hecho el viaje necesario para aceptar el marco constitucional.
Es lógico que Sánchez no quiera una investidura sostenida solo en el apoyo de Podemos, del PNV, Compromís y los regionalistas de Cantabria, y que prefiera la abstención de Navarra Suma. La elección de un alcalde plenamente constitucional como Enrique Maya en Pamplona, gracias a que los socialistas se votaran a sí mismos, es un buen precedente. En todo caso no va a ser una investidura cómoda.
Una posibilidad razonable sería una investidura con la abstención de Ciudadanos. Para lograrla, haría falta que Sánchez se emplee a fondo y ofrezca garantías muy serias de que nunca se va a volver a acercar a los independentistas. Sánchez tiene que parecerse más a Garcia Page y menos a Iceta. Quizás eso permitiría a Rivera dar un paso que tendría que explicar bien a sus votantes.