Es la Ley y no la oportunidad política

La jueza Carmen Lamela ha decretado prisión provisional contra el ex Vicepresidente Junqueras y los ex Consejeros que hoy han declarado en la Audiencia Nacional. Así mismo, se ha dictado orden de detención contra el ex Presidente Puigdemont y los cuatro ex Consejeros que no han comparecido ante la jueza.

Se podrá ser más o menos crítico con la prisión provisional, pero lo que no se puede cuestionar es que se trata de un recurso judicial conforme a Derecho. Los encarcelados hoy no van a la cárcel por sus ideas, sino por haber cometido, presuntamente, delitos que son de especial gravedad. Mienten descaradamente, por tanto, quienes denuncian que en España se detiene a la oposición.

El respeto a la independencia del poder judicial es un principio clave para el buen funcionamiento de la democracia. De hecho, esa independencia es una garantía a favor de los propios encarcelados que serán juzgados de acuerdo a la Ley y no por criterios de oportunidad política.

El proceso secesionista estaba abocado a un final dramático. Sus protagonistas, sus asesores y las fuerzas políticas que lo sostenían, conocían bien cuáles eran los riesgos. Todos decidieron llegar hasta el final con la única intención de forzar una reacción violenta del Estado. El Estado Democrático de Derecho es precisamente el que ha evitado ese final.