Línea Editorial 11 de febrero de 2019

Después de la manifestación de este domingo, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha asegurado en Herrera en COPE que las exigencias de los independentistas son inasumibles dentro de la ley. Siempre fue así, por lo que todo el intento de diálogo que impulsó desde el pasado mes de diciembre el Gobierno no tiene mucho sentido. Si, como dice el ministro, las exigencias de ERC y del PDECAT para retirar sus enmiendas a la totalidad no pueden ser aceptadas, lo lógico es que la legislatura se de por acabada. El propio Gobierno ha aceptado en varias ocasiones que sin presupuestos no se debe seguir adelante.

Al proyecto de cuentas públicas, como han dejado claro la Comisión Europea y el Banco de España, le faltan 11.000 millones de euros para lograr el objetivo de déficit. Hay ya importantes aumentos del gasto comprometidos, que pueden aumentar considerablemente el desequilibrio fiscal. El momento económico es delicado y no conviene la inestabilidad que sufrimos.

Pero las razones para convocar elecciones no son solo económicas. La ruptura o el aplazamiento de las negociaciones con los independentistas certifican que el PSOE nunca ha tenido una mayoría suficiente para gobernar. La mayoría de la moción de censura fue una mayoría que le dijo no a Rajoy pero que, cuando ha llegado el momento decisivo, no le ha dicho sí a Sánchez. Lo exigido para dar ese sí, como ha asegurado Marlaska, es inaceptable.