Pacto de Estado en demografía

Los datos sobre la población española que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística vuelven a recordarnos la magnitud del problema demográfico. En los últimos meses estamos asistiendo a cifras récord en cuanto a baja tasa de natalidad, incremento de personas fallecidas y pérdida natural de población, lo que provoca una ausencia de recambio generacional. Por desgracia, España se ha convertido en un país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo.

Una vez más, estos datos producen una sensación de impotencia. Llevamos demasiado tiempo escuchando que la crisis demográfica lastrará de forma decisiva el futuro de nuestro sistema de bienestar y nos arrastrará hacia un horizonte de inestabilidad en algunas de las conquistas que pensábamos que estaban consolidadas. La pregunta sigue siendo por qué no existe una voluntad política de afrontar, de una vez por todas, el problema demográfico que va a afectar a toda la sociedad. Una voluntad que debiera superar los clichés de izquierdas y derechas, en orden a revertir esta situación. Es urgente un pacto de Estado sobre demografía que incluya un plan integral de atención a la familia. Estamos ante un problema de gran calado cultural y social que no se resolverá sólo con leyes, pero la política también tiene que hacer su parte.