'Línea Editorial'
Un pregón contra la convivencia
Ha sido un acto ofensivo que ha herido la conciencia y los sentimientos más profundos de muchos ciudadanos.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El pregón del Carnaval en Santiago de Compostela, en el que se vertieron afirmaciones irreproducibles sobre la Virgen del Pilar y Santiago Apóstol, además de ser un ejemplo claro de un uso destructivo de la libertad de expresión, es un acto ofensivo que ha herido la conciencia y los sentimientos más profundos de muchos ciudadanos.
Una vez más, y ya van siendo demasiadas en los últimos tiempos, un acto popular festivo ha servido para despreciar las creencias y atentar contra los más elementales principios de una convivencia plural, tutelada por la Constitución. Esta nueva provocación, cargada de injurias gratuitas, no debe quedar sin un severo reproche jurídico, político y social.
Las declaraciones del alcalde Martiño Noriega, en las que justifica el contenido del pregón por estar enmarcado dentro de la sátira y el humor, no pasan de ser un insulto a la inteligencia y una muestra de irresponsabilidad y de falta de sintonía con la ciudad a la que debería representar y servir.
Los arzobispados de Santiago de Compostela y Zaragoza han denunciado este acto que daña la convivencia y desprecia el patrimonio espiritual y moral de nuestro pueblo, al tiempo que invitan a los fieles a realizar actos de desagravio. Es una ocasión para mostrar la Fe como factor de convivencia y construcción social.