Presidente sin margen de maniobra

Este sábado coincide la publicación del nombramiento de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno con la toma de posesión de los nuevos consejeros catalanes, lo que implica el levantamiento del artículo 155. Sánchez venció la moción de censura con el apoyo, entre otros, de los independentistas, que no han mostrado intención alguna de dar marcha atrás en sus pretensiones. Esta misma semana el presidente de la Generalitat le ha exigido a Sánchez la liberación de las personas que están en prisión preventiva por rebelión.

No va a ser la única complicación que va a tener Sánchez que prometió gobernar con los Presupuestos del PP, contra los que ayer mismo, cinco de sus socios presentaron vetos. Podemos ha celebrado el cambio de Gobierno como un triunfo propio, e insiste en entrar en el nuevo Ejecutivo. Sánchez no tiene margen para tomar decisiones relevantes. Si quiere ser fiel a la Constitución del 78, sin concesiones al independentismo y a la izquierda populista, tendrá que ponerse enfrente de los socios que le han llevado a la Moncloa. Sería una tragedia que para pagar los votos recibidos, fuera más allá de las líneas rojas de la Carta Magna y del gran consenso político europeo fraguado por el centro-derecha y la socialdemocracia.

No ha sido bueno para el bien común buscar un relevo en estas condiciones, ni sería bueno que Sánchez pretenda quedarse mucho tiempo en Moncloa. Lo más conveniente es que se celebren elecciones cuanto antes.