J.L. Restán: "Cada uno en su sitio"

Estamos a la espera de que el Tribunal Constitucional decida si admite a trámite el recurso planteado por el Gobierno para evitar la investidura de Puigdemont. Es evidente que desde el punto de vista político es más conveniente evitar su investidura que pelear por su anulación.

Puigdemont pretende ser investido después de haber desobedecido a la justicia y haberse fugado, después de haber lanzado a Cataluña por un despeñadero institucional y social. Después de haber estado durante meses burlando a la justicia, el sentido común y el buen criterio. Las formaciones independentistas, más allá de sus declaraciones de compromiso, parecen estar esperando a que renuncie a sus pretensiones.

El Gobierno ha contado con el apoyo de los partidos constitucionales y solo ha sido criticado por los nacionalistas y Podemos. La tarea de un Gobierno no es solo velar por el cumplimiento de la ley sino tomar iniciativas políticas. Esta iniciativa cuenta con el dictamen en contra del Consejo de Estado, pero el Gobierno no ha vulnerado la ley dando un paso adelante a pesar de ese dictamen. En un Estado de Derecho cada institución tiene su papel. A unos les toca gobernar, a otros valorar de forma consultiva, al Constitucional hacer de legislador negativo, y los jueces son la boca de la ley. Cada uno en su sitio.