El servicio de un Rey

El ochenta cumpleaños del Rey emérito Juan Carlos I supone una oportunidad para el agradecimiento a quien hizo posible, como motor del cambio, la Transición política española. La reconciliación de todos los españoles tuvo como garante, en la persona del rey emérito, a una institución monárquica renovada. La abnegada capacidad de servicio y la lealtad al Estado del Rey Juan Carlos hicieron que, en momentos difíciles como el del 23-F, tomara las riendas de la defensa de la Constitución para salvaguardar la democracia y las garantías de los derechos y libertades de los españoles.

Entre sus indiscutibles logros durante las cuatro décadas de su reinado hay que destacar su empeño por hacer presente a España en el escenario internacional. Ha sido también valedor de una tradición en la que es innegable la decisiva contribución del cristianismo a nuestra cultura común.

El Rey Juan Carlos abdicó de forma ejemplar en la persona de su hijo, el Rey Felipe VI, hace casi cuatros años. Desde entonces le ha acompañado de forma discreta en las decisiones más relevantes para afrontar las coyunturas más difíciles de nuestra vida nacional. Es un momento para la gratitud y el reconocimiento a Don Juan Carlos, y para retomar la inspiración que compartió con toda una generación de políticos, desde la izquierda a la derecha, que nos ha legado un patrimonio que sería suicida dilapidar.