Madrid - Publicado el - Actualizado
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El pulso por el futuro de Venezuela sigue en marcha. Las últimas noticias apuntan a que Juan Guaidó está intensificando su esfuerzo de sumar a la cúpula militar a su operación Libertad, mientras que el pueblo se manifiesta una vez más en las calles reclamando una vida digna en una democracia plena. Pese a que el dictador Maduro ha recrudecido la represión, cada vez son más las voces en la comunidad internacional que le piden a Maduro que se aparte del poder y facilite una transición pacífica, evitando cualquier atisbo de confrontación civil.
En este sentido es muy importante que España tenga una política transparente respecto a lo que está ocurriendo en Venezuela. El hecho de que el líder opositor Leopoldo López se haya refugiado en la residencia del embajador de España en Caracas, y que el gobierno de Pedro Sánchez haya dejado claro que no tiene intención de entregarle, es un mensaje directo a Nicolás Maduro y a quienes sostienen aún al régimen opresor. El Gobierno también ha desmentido las afirmaciones de Pablo Iglesias en las que apuntaba que el propio Ejecutivo socialista consideraría un error haber reconocido a Guaidó como legítimo presidente de Venezuela. La cuestión es trascendente si pensamos que Unidas Podemos, un partido que apoya al dictador Maduro, puede formar parte de un futuro gobierno de España. Es imprescindible saber, en ese caso, cómo condicionaría la política internacional de España, especialmente en el caso de Venezuela.