Línea Editorial 16/5/2024
Atentado contra el primer ministro eslovaco
El intento de asesinato del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, nos retrotrae a febrero de 1986 cuando fue asesinado el primer ministro sueco, el socialdemócrata Olof Palme
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El intento de asesinato del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, nos retrotrae a febrero de 1986 cuando fue asesinado el primer ministro sueco, el socialdemócrata Olof Palme. En esta ocasión ha sido un jubilado de 71 años quien ha intentado asesinar al primer ministro por motivaciones políticas, mientras en Eslovaquia, y en toda Europa, se agudiza la polarización política que favorece episodios de violencia social. Es una polarización que alimenta los instintos personales y sociales más bajos e instala un clima de crispación y de tensión social que rompe con el diálogo y el consenso, claves para el desarrollo de la democracia. Fico es un político calificado de populista nacionalista, prorruso y cercano a las tesis del húngaro Orban, que se ha caracterizado por sus críticas a la Unión Europea, a la inmigración y al papel de los países occidentales en la guerra de Ucrania.
A la espera de que se clarifiquen los móviles del atentado, este intento de asesinato tiene el riesgo de que se utilice para incrementar esa espiral de tensión y de violencia que se vive en Europa. Además, es coincidente con un nuevo momento de la guerra en el que Rusia está consiguiendo importantes avances sobre el terreno y ha implantado una nueva estrategia de guerra cibernética. Las dificultades que se están produciendo para que los aliados de Ucrania continúen su apoyo económico y armamentístico añade más inestabilidad a la que ya está instalada en toda Europa Oriental, a las puertas de unas elecciones europeas que pueden traer inesperados desequilibrios.