La ideología de género en la batalla andaluza

La posibilidad del cambio en Andalucía está en el alero debido a unas inesperadas y mal explicadas exigencias de Vox a la coalición del Partido Popular y Ciudadanos. No está claro hasta qué punto el ansiado cambio puede naufragar ante unas exigencias que, en apariencia, cruzan las “líneas rojas” del acuerdo entre los partidos del centro-derecha. La piedra de toque es el Pacto de Estado contra la Violencia de Género votado el pasado verano en el Congreso. Vox lo rechaza mientras que PP y Ciudadanos se han propuesto desarrollarlo en Andalucía.

Para Vox la ley es insuficiente porque se limita a la violencia ejercida contra la mujer y esta formación sostiene que debería combatir la violencia en todos los ámbitos familiares. Una ley que aborde la violencia contra la mujer es absolutamente necesaria ante las dimensiones de esta lacra, si bien es cierto que se debe analizar con rigor la efectividad de las normas aprobadas, que en algunos aspectos están trufadas por la ideología de género, completamente estéril para proteger efectivamente a las mujeres.

Es importante que Vox aclare sus exigencias ante la investidura en Andalucía. Es legítimo y saludable abrir un debate sobre la influencia de la ideología de género, pero no tendría sentido que, con ese pretexto, se hiciera imposible el cambio reclamado por los andaluces en las elecciones. En ese caso la frustración de muchos electores sería enorme, y no sólo en Andalucía.