Línea Editorial: Ante el zarpazo del terror, unidad y razones
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Horas de muerte, de terror y de confusión en Barcelona. El terrorismo vuelve a golpear a España y a Europa. Antes de cualquier análisis, lo primero es una oración por las víctimas, los heridos y su familia. Un segundo para tomar en consideración el dolor de cada uno de los golpeados. Sin ese instante para hacerse cargo de un sufrimiento que es nuestro, el nihilismo y el mal que quieren sembrar los bárbaros se expande.
Nuestro país hasta ahora había quedado a salvo de la barbarie de los violentos que siembran la muerte con atropellos. Ni la experiencia acumulada tras los atentados de 2004 en Madrid ni la intensa actividad policial que ha permitido detener a muchos yihadistas en los últimos meses ha impedido que se produjera un atentado que es muy difícil de evitar.
Con el sufrido en la Ciudad Condal son ya ocho los ataques de este tipo que se han producido en las ciudades europeas en el último año. Este yihadismo que ha golpeado de nuevo a España es diferente al de hace 13 años. Pero podemos recordar lo que aprendimos entonces. Que cuando el terror golpea es más necesaria que nunca la unidad en torno aquellas cosas esenciales que compartimos los que queremos afirmar el valor y la dignidad de la vida.
No es ni el momento de culpabilizarse mutuamente por lo sucedido, ni de responsabilizar genéricamente a la Comunidad Islámica. Son horas sin duda de dolor, miedo y desconcierto. Horas para que recuperemos y busquemos los motivos que nos permitan estar a la altura del desafío. Nadie está del todo a salvo. Todos necesitamos razones suficientes para afrontar un golpe así, una amenaza que no va a desaparecer con facilidad.