Línea editorial COPE: El acuerdo imposible (hoy)
En la vida real de los españoles es habitual construir y compartir con personas que no piensan lo mismo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Sánchez, perdiendo, ha ganado. Cuando parecía sentenciado ha conseguido movilizar el voto de la izquierda gracias al miedo a un gobierno del PP con Vox. Muchos votantes de izquierda prefieren las concesiones al independentismo catalán y vasco, los indultos a los secesionistas, los acuerdos con el partido heredero de la banda terrorista ETA, a un Gobierno del PP con Vox. Sánchez ha peleado hasta el final.
Feijóo dio por descontando que los acuerdos con Vox estaban normalizados y, quizás, ha dado por conseguida una victoria suficiente antes de tiempo. Ha supuesto que era casi unánime la condena a ciertas políticas de “pacificación” en Cataluña y el País Vasco.
Esas políticas gozan de más apoyo del que pensaba, y el PP debe tomar nota de esa circunstancia. Para muchos españoles los indultos a los responsables del intento de secesión o la normalización de las relaciones con Bildu, el partido heredero de ETA, no son inaceptables.
El resultado electoral de este domingo conduce de nuevo al bloqueo o a una investidura de Sánchez con el apoyo de Puigdemont. Si se mira con perspectiva no es fácil entender cómo se ha llegado a esta situación. El 65 por ciento de los electores han optado por el PP y el PSOE, que son dos partidos que deberían coincidir en algunas cosas esenciales.
En la vida real de los españoles es habitual construir y compartir con personas que no piensan lo mismo. La traducción política debería ser algún tipo de acuerdo de gobernabilidad entre los dos grandes partidos, pero eso es impensable con Sánchez al frente del PSOE.